L'Eixample, el origen de la ciudad moderna que conocemos hoy en dia.
L’Eixample fue el origen de la Barcelona moderna que hoy conocemos, ideada por el ingeniero y urbanista Ildefons Cerdà. L’Eixample se construyó en los años de la industrialización de Cataluña, a finales del siglo XIX y comienzos del XX. El distrito es fruto de uno de los momentos más importantes del país, cuando la ciudad se configura como motor principal de Cataluña y rompe con su pasado medieval derribando sus murallas.
Cerdà planteó construir solo en dos flancos de las manzanas, pero ante las presiones acabó aceptando que se edificara en los cuatro flancos. Con el paso de los años, la densidad del distrito se fue ampliando y también se aumentaron las profundidades de construcción dentro de la manzana y se eliminaron los espacios interiores.
El proyecto de recuperación de estos espacios verdes empezó en 1987 y persigue el objetivo de que la ciudadanía disponga de una zona verde a menos de 200 metros de su casa. Actualmente el mapa de interiores de manzana de l’Eixample ya suma cerca de 100.000 metros cuadrados de espacios públicos recuperados y puestos a disposición de la ciudadanía.
Cada interior de manzana tiene personalidad propia y muchos mantienen algunos de los símbolos que recuerdan su pasado. Cada jardín interior es diferente: grande o pequeño, regular o desigual, con más verde o más gris, con arena o caucho, con más zonas de juego o descanso. Pero todos tienen en común los espacios de ocio y recreo, la imitación que hacen de la naturaleza y el aislamiento perceptivo.
En l’Eixample algunos comparten espacios con equipamientos públicos, como bibliotecas, guarderías o centros de servicios sociales. Otros han cedido parte del suelo para huertos urbanos o en verano se convierten en una piscina. Visitar los interiores de manzana permite además descubrir mujeres en muchos casos desconocidas, ya que muchos de estos jardines tienen nombres que recuperan la memoria de mujeres significativas para la ciudad y el país ofreciéndoles un espacio propio.
En la Nova Esquerra de l’Eixample encontramos algunos de los jardines interiores más grandes del distrito. Los jardines de Emma de Barcelona todavía mantienen las antiguas palmeras del jardín de las Germanetes y algunos han cambiado su uso: en los jardines de Safo antes se encontraban los antiguos cuarteles de Numancia, en los de Maria Mercè Marçal se hallaba la editorial Sopena o los de Ermessenda de Carcassona fueron un aparcamiento al aire libre y ahora son el escenario de los conciertos del Verano a la Fresca del Centro Cívico Urgell. Algunos, en cambio, han decidido mantener elementos de su pasado como los jardines de Rosa Deulofeu que todavía conserva una chimenea de la antigua fábrica Bayer.
En la Antiga Esquerra de l’Eixample encontramos la plazoleta de Joan Brossa. Al fondo del jardín hay un monolito que reproduce el poema visual Faune, en homenaje al poeta. En los jardines de Beatriu Pinós-Milany se han instalado unos juegos que permiten hacer un recorrido deportivo y son aptos para todas las edades.
A continuación, os dejamos el listado de los interiores de manzana de la Esquerra de l’Eixample para que podáis descubrir estos secretos ocultos del distrito de Barcelona.
- Jardins de Rosa Deulofeu (Calàbria 264)
- Jardins Interior d’Illa de Maria-Mercè Marçal (Provença 97)
- Jardins Interior d’Illa Emma de Barcelona (Comte Borrell 157)
- Jardins Interior d’Illa de Paula Montal (Viladomat 149)
- Jardins Interior d’Illa d’Ermessenda de Carcassona (Comte d’Urgell 145)
- Jardins Interior d’Illa de Safo (Avinguda de Roma 22)
- Jardins Interior d’Illa de Sebastià Gasch (Rocafort 87)
- Jardins Interior d’Illa Assumpció Català (Comte Borrell 305)
- Interior d’Illa Placeta de Maria Luz Morales (Buenos Aires 35)
- Jardins Interior d’Illa de Beatriu Pinós-Milany (Rosselló 149)
- Jardins Interior d’Illa de Montserrat Figueras (Còrsega 195)
- Jardins Interior d’Illa d’Helena Maseras (Rosselló 163)
- Placeta Joan Brossa (Rosselló 191)
- Jardins – Seminari Conciliar de Barcelona (Diputació 231)
Espacios de descanso y desconexión visual y sonora en medio de la ciudad. Un lugar de tranquilidad que se combina con el juego y el ocio de los niños y los vecinos. En un distrito carente de grandes espacios verdes, los jardines interiores de manzana se convierten en un substituto acogedor de la naturaleza anhelada y que simboliza calidad de vida.
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