Si hablamos de Home Staging, la mayor parte de los lectores no sabréis a qué nos referimos. Pues bien, se trata de una práctica muy habitual en Europa que lleva unos años tomando impulso en nuestro país.
El origen del Home Staging viene de Estados Unidos y se trata de preparar la vivienda para ser vendida o alquilada, que llame la atención de los posibles compradores. Vamos, hacerla más atractiva, "deseable". Una ‘puesta en escena de la casa’ en toda regla.
Hoy en día, el mercado inmobiliario ofrece muchísimas oportunidades para poder alquilar o comprar una vivienda con una escala de precios variada, por esa razón es muy difícil vender un inmueble diferenciándote de la competencia.
Aunque lo conveniente es que contrates un home stager profesional o empresas que se encarguen de ello, te vamos a explicar un poco como funciona y que técnicas o pasos se usan.
Despersonalizar
El primer paso se trata de despersonalizar la vivienda, es decir, quitar los objetos personales o de los propietarios anteriores. De esta manera, las personas que visiten el domicilio se podrán imaginar viviendo allí. En caso contrario, si vemos fotos de la familia u objetos personales, da rechazo al hogar debido a que te sientes un intruso.
Ordenar
Está claro que no todos somos personas ordenadas en nuestro propio hogar. Por eso, hay que ordenar la casa para poder atraer el mayor número de interesados. La casa debe causar buena impresión, se deben despejar estanterías, cajones y armarios. Cabe destacar que el 70% de la compra es emocional. Incluso cuando la diferencia de precio es superior, un interesado siempre se decantará por la primera impresión de la vivienda, de esta manera, debemos mantener el máximo orden posible.
Limpiar y arreglar
El objetivo del home staging no es esconder. Es poder potenciar la casa con sus virtudes. Por ello, el siguiente paso y unos de los pilares de del home staging pasa por una profunda limpieza y reparación de todos aquellos posibles desperfectos.
Se debe tener en cuenta que la inmensa mayoría de las personas no compran casas para reformar, sino, para vivir en ellas. Por tanto, se debe ofrecer, desde el primer momento, una vivienda lista para entrar.
Pintar es uno de los recursos fundamentales, mediante pinturas en colores claros (el blanco, el fundamental) nos aportará muchísima luz. Pintar o restaurar alguno de los muebles, nos puede ayudar a actualizar el espacio sin caer en excesivos costes.
Organizar el espacio y decorar
Por lo que hace al mobiliario, nos debemos disponer a amueblar la vivienda de la mejor manera posible, para que el posible comprador perciba amplitud y coherencia en la distribución de la casa.
Para ello utilizaremos mobiliario auténtico. La decoración es otro de los pasos que va de la mano. Tras la distribución del mobiliario, el siguiente paso es aportarles vida a los diferentes espacios, mediante la selección y colocación de elementos decorativos, a poder ser neutros, a la vez que cálidos (plantas, ropa de cama, cojines, etc.) y que nos ayuden aportar la sensación acogedora que queremos transmitir.
No se deben utilizar elementos muy llamativos, ni colores demasiado estridentes, puesto que no se debe crear contrastes predominantes y el objetivo es conseguir un efecto agradable para el posible comprador.