Una vivienda eficiente nos permite ahorrar energía y algunas de las formas para poder alcanzarla están en nuestras manos. Antes de pagar de más, debemos comprobar si nuestra casa es eficiente energéticamente o no.
La pregunta es ¿cómo se sabe si es una casa eficiente energéticamente? La respuesta es fácil: debemos realizar una auditoría de energía.
Aunque nos puede sonar complicado, este tipo de auditorías resultan bastante sencillas y podemos hacerlas nosotros mismos.
La eficiencia energética no se trata únicamente de reducir el consumo de energía, sino también saber aprovechar al máximo la que se usa y evitar el derroche.
La conservación de la energía requiere un cambio de hábitos, como apagar las luces al salir de una habitación o evitar que el calor o el frío se escapen por las ventanas. Aun así, no es suficiente para poder lograr la eficiencia energética, por ello, debemos implementar mejoras tecnológicas en la vivienda relacionadas con la iluminación, la calefacción o la refrigeración.
¿Cómo comprobamos si tenemos una casa eficiente energéticamente?
1. Debemos comprobar el aislamiento
Un aislamiento adecuado nos resulta fundamental para poder controlar la temperatura de la casa. Las fugas de frío o calor pueden ser un problema, ya que va a trabajar mucho más el sistema de calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano y esto nos traerá, además, facturas de electricidad muy elevadas.
Verificar el aislamiento de las paredes es importante, puesto que si muestra signos de desgaste o se trata de una casa antigua se deberá poner remedio. Es cierto que cuando hablamos de fugas de frío o calor nos viene a la cabeza las ventanas, pero con más frecuencia de lo que nos pensamos los escapes se deben a la estructura y los muros del inmueble. Aun así, deberíamos tener en cuenta la instalación de ventanas aislantes en nuestra casa.
2. Los electrodomésticos
Incluir los electrodomésticos en la auditoria energética del hogar es esencial, ya que consumen energía incluso si no se están utilizando. Para poder reducir la huella de carbono que generamos en cada una de nuestras casas debemos elegir aquellos electrodomésticos que son eficientes energéticamente con la calificación A+++, que cumplen con estándares específicos de eficiencia energética.
Otro consejo que puede ayudarnos es conectar los electrodomésticos a una regleta, lo que te permitirá desconectar varios electrodomésticos al mismo tiempo.
3. Reduce en agua
Un hogar medio puede usar aproximadamente 200 litros de agua caliente/día en tareas cotidianas de la casa. Por ello, no es sorprendente que el agua caliente sea la culpable de más de una cuarta parte de la factura de energía.
Para poder ahorrar, lo primero es empezar a lavar la ropa con agua fría o prever duchas más cortas. Otro tip que podemos aplicar es bajar la temperatura del calentador a 40 grados. De esta manera vamos a evitar que el agua llegue a alcanzar temperaturas tan altas y que no necesitamos.
Además, actualmente estamos en un estado de sequía importante y toda precaución es poca. Por lo tanto, deberíamos tener en cuenta, no solo el agua caliente, sino el agua en general, regularizar su uso a lo rigurosamente necesario.